miércoles, 8 de septiembre de 2010

Hacernos cargo de nuestra salud

Todos sabemos y damos por hecho que al ingerir una rica ensalada, un buen trozo de carne, papitas fritas o cualquier fruta, el organismo se encarga de digerir el alimento, de absorber los nutrientes y, finalmente, cuando vamos al baño a desechar lo que sobró, se completó lo que llamamos digestión.
Sin embargo, no todo llega a feliz término. A veces, no podemos desechar el sobrante un día o dos; a veces, vamos al baño y hacemos pedacitos varias veces al día; otras, se nos desata una diarrea impresionante y le echamos la culpa a algún alimento o pensamos que hemos comido demasiado. Duramos varios días inflamados e incómodos.

Estas condiciones tan comunes que llegamos a considerar normales, son un aviso de que hay algo que anda mal en nuestro cuerpo.

El estrés, las preocupaciones constantes, las exigencias, los enojos, etcétera, provocan una descarga excesiva de adrenalina que contraen los músculos del intestino grueso o colon. Por falta de un calcio funcional, es decir, un calcio ionizado, los músculos no pueden relajarse una vez contraídos, lo que provoca que el excremento –lo que sobra- se quede demasiado tiempo en el colon.
El excremento estacionado en el colon demasiado tiempo, aumenta la temperatura del mismo, aumenta su volumen, altera el potencial de hidrógeno, es decir, se cae ese potencial provocando que el área mantenga una condición de acidez y se hace más lento el movimiento peristáltico (o se detiene).
Estas condiciones alteradas del colon afecta el sistema circulatorio, hormonal y, obviamente, digestivo.
No necesitamos ser profesionales de la salud para hacernos cargo de nuestra propia salud; no necesitamos ser médicos para saber qué debemos hacer.

Lo que nos puede ayudar a cambiar esta disfunción y prevenir enfermedades es un calcio ionizado, para relajar los músculos contraídos, una fibra de buena calidad, como la linaza canadiense, una combinación de ingredientes herbales y vitaminas del complejo B, y un precursor hormonal para que los músculos intestinales recuperen su tono, todos ellos, productos de Ives México.




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